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La CEC y Andema destacan la necesidad de informar y sensibilizar al consumidor ante el incremento de falsificaciones en sitios web y redes sociales

La CEC y Andema destacan la necesidad de informar y sensibilizar al consumidor ante el incremento de falsificaciones en sitios web y redes sociales

  • Comercio y marcas valoran los datos publicados por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea con motivo del Día Mundial contra las Falsificaciones.
  • Según la EUIPO, el 12% de los españoles ha comprado en alguna ocasión falsificaciones de forma involuntaria.
  • De acuerdo con Smart Protection, el 42% de los consumidores cree que un producto es auténtico si se vende en un marketplace.
  • La futura Digital Services Act, clave a la hora de proteger al consumidor y a las empresas de las infracciones y los delitos online.

Madrid, 8 de junio de 2021.- La Confederación Española de Comercio (CEC) y la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) llaman la atención sobre la necesidad de formar al consumidor, especialmente a las nuevas generaciones, para que sepan identificar y evitar las falsificaciones online, y que sean conscientes de los graves riesgos que conlleva su consumo a todos los niveles.

Según los datos publicados hoy por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) con motivo del Día Mundial Antifalsificación, un 12% de los españoles reconoce que ha sido engañado alguna vez y ha comprado de forma involuntaria una falsificación. Además, un tercio de los europeos se han cuestionado si un producto que habían comprado online no era auténtico.

De acuerdo con los datos de un estudio de Smart Protection, start-up tecnológica especializada en la protección de marcas online, el 42% de los consumidores piensa que un producto es auténtico si se vende en un marketplace. “Pero no siempre es así. Y aunque es cierto que algunas plataformas de comercio están haciendo grandes esfuerzos por acabar con la venta de productos falsos en sus webs, la pandemia ha incrementado de forma exponencial las compras por Internet. La distribución de las falsificaciones online es alarmante, llegan de todas partes del mundo y muchas veces en pequeños paquetes que son difíciles de detectar”, destaca Javier González Fernández-Pacheco, director de Andema.

Para CEC y Andema, el consumidor tiene que ser consciente de la existencia de productos falsificados, no solo en páginas web sospechosas, sino también en plataformas de comercio y en redes sociales. “Los niños y los adolescentes son los consumidores del futuro y para ellos comprar por Internet está en su ADN. Las redes sociales son sus escaparates y deberíamos como sociedad tratar de formarles para que sean conscientes de los riesgos que supone la compra de falsificaciones a nivel económico, social y, por supuesto, para el consumidor; y que puedan evitar, en la medida de lo posible, la compra de estos productos de forma involuntaria. Además, cuando compras por internet y adquieres una falsificación, estas dando los datos de tu tarjeta de débito o crédito a un ciberdelincuente que no sabes el uso que hará de ellos”, señala Julián Ruiz, secretario general de CEC.

Ambas organizaciones destacan que se pueden minimizar los riesgos comprando en comercio de confianza y webs conocidas. Es importante desconfiar de los precios demasiado bajos, de las descripciones de productos o instrucciones que no están en español, y buscar que la información esté bien detallada, con los datos de la empresa que lo vende y que ofrezcan varias formas de pago.

La protección del consumidor y de las empresas a través de la legislación europea: la Digital Services Act

En diciembre de 2020, la Comisión Europea publicó la propuesta de Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act o DSA) de la Comisión Europea que actualiza, entre otras, la Directiva de Comercio Electrónico de 2000 y se aplicará en toda la Unión Europea sin necesidad de incorporarla a las normativas nacionales. Su objetivo es regular los derechos y obligaciones de los distintos actores en el comercio electrónico y se presenta como la oportunidad de crear un entorno de comercio online justo y seguro para todos.

Aunque tanto comercio como marcas se muestran satisfechas con muchos de los puntos que recoger la propuesta, consideran que debería ser más ambiciosa a la hora de establecer medidas para proteger a los consumidores y a las empresas de la venta de falsificaciones y productos ilegales. Uno de los aspectos que más debate ha generado entre asociaciones y empresas, tanto del ámbito de la propiedad industrial como intelectual, ha sido el alcance de las obligaciones de la herramienta “Conozca a su cliente comercial” (KYBC por sus siglas en inglés: ‘Know your business customer’).

En el mes de mayo, 80 asociaciones y empresas enviaron una carta de petición a los miembros del Consejo y del Parlamento Europeo para reivindicar una responsabilidad inclusiva por parte de todos aquellos que operan en sus diversas modalidades en la web a través de las obligaciones de la herramienta KYBC. En particular, ponía el foco sobre el hecho de que la DSA sólo exige las obligaciones KYBC a las grandes plataformas del mercado y no extiende el rastreo y la identificación del negocio solicitante a los servicios de infraestructura: registradores de dominio, proveedores de alojamiento, proveedores de redes de distribución de contenido, proveedores de servicios de publicidad y pago, de los que dependen los operadores que actúan ilegalmente. De esta manera, se facilita la proliferación de grupos criminales que se lucran violando la ley de forma anónima en la web. En la carta se expresa que este enfoque limitado es una oportunidad perdida para abordar la amplia gama de contenidos ilegales como medicamentos de baja calidad o falsificados, contenido de abuso sexual, falsificaciones, software malicioso, juegos del azar ilegales o piratería.

Para Javier González “Faltan mecanismos para que, una vez localizado ese contenido o artículo ilegal, como las falsificaciones, no vuelvan a distribuirse con otra cuenta y pueda identificarse plenamente al infractor. Es necesaria una normativa europea que proteja de forma efectiva tanto al consumidor, como al comercio legal y las marcas.”

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La pandemia pone en evidencia los perjuicios provocados por las falsificaciones

La pandemia pone en evidencia los perjuicios provocados por las falsificaciones

  • Los países de la Unión Europea dejan de ingresar 15.000 millones de euros debido a la venta de falsificaciones, según la EUIPO.
  • Junto a material médico y sanitario falso, los consumidores europeos que compran falsificaciones se exponen al contacto con productos químicos nocivos, asfixia, descargas eléctricas y una gran variedad de lesiones. 
  • El Ayuntamiento de Madrid bate récord de permanencia con la campaña de sensibilización sobre el impacto negativo de las falsificaciones ¿Qué se esconde detrás de una falsificación?, la más larga de la historia.

Madrid, 10 de junio de 2020.- La pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia los grandes perjuicios que provocan las falsificaciones en la economía y en la sociedad. La magnitud de la pérdida de impuestos y los peligros para la salud a los que se exponen los consumidores, son dos consecuencias de las falsificaciones que se han hecho más reales y preocupantes, ya que influyen de forma directa en la recuperación de la economía, en el bienestar de la sociedad y en la seguridad del consumidor.

Hoy se celebra el Día Mundial Antifalsificación y desde la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) se incide en que este año, tras la crisis provocada por la pandemia, se hace más evidente los grandes perjuicios que provocan las falsificaciones para la economía y la sociedad. “La masiva pérdida de impuestos redunda directa y negativamente en el bienestar de una economía y una sociedad que necesitan todos los recursos posibles para su recuperación” destaca José Antonio Moreno, director general de Andema.

De acuerdo con el informe de 2020 de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) publicado hoy, las arcas de los estados de la Unión Europea (UE) dejan de ingresar 15 mil millones de euros al año debido a la reducción de los impuestos directos e indirectos, así como de las cotizaciones sociales, que los fabricantes ilegales no pagan.

En los últimos meses, la venta en España de mascarillas falsificadas y de otros productos sanitarios y de protección contra el COVID-19 han puesto de manifiesto los grandes peligros a los que se expone el consumidor cuando adquiere productos falsificados. Pero, además, el Informe de Situación de 2020 de la EUIPO sobre Vulneración de los Derechos de la Propiedad Industrial, señala que los europeos que consumen productos falsificados están expuestos a peligros como el contacto con productos químicos nocivos, asfixia, descargas eléctricas y una gran variedad de lesiones. Para el director de Andema: “más allá del material médico y sanitario falsificado, cuya existencia ahora conoce el ciudadano, hay una oferta amplia de productos falsos que pueden entrañar riesgos para la salud y la seguridad, puesto que no pasan controles de calidad ni tienen ninguna garantía. Los falsificadores no tienen escrúpulos, trata de maximizar el beneficio al menor coste.”

Según los datos revelados por la EUIPO este año, en productos que tienen especial incidencia en la salud y seguridad de los consumidores, como en el sector de los cosméticos y el cuidado personal, el sector del vino y las bebidas espirituosas, el sector farmacéutico y el sector de los juguetes y los juegos, cada año se pierden en la UE hasta 19.000 millones de euros en ventas debido a la venta de falsificaciones. Si extendemos el impacto a otros sectores, las falsificaciones provocan en la Unión Europea (UE) pérdidas en ventas por valor de 50.000 millones de euros al año, lo que causa la destrucción de 416.000 puestos de trabajo.

La concienciación de los consumidores es clave en la lucha contra las falsificaciones. En este sentido, la colaboración entre el sector público y privado es fundamental para llegar al ciudadano y que sea consciente de los grandes perjuicios de la distribución y venta de falsificaciones. El Ayuntamiento de Madrid tiene en marcha desde marzo una campaña de sensibilización elaborada con la colaboración de Andema en la que alerta sobre los efectos negativos de las falsificaciones. Se trata de la campaña de sensibilización con mayor permanencia que ha elaborado el consistorio.

Según Miguel Ángel Redondo, delegado del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Madrid: “el Ayuntamiento de Madrid tiene un firme compromiso con la lucha contra la venta ilegal y de falsificaciones, y se manifiesta en la intensificación de las medidas de control policial y en la realización de campañas para concienciar a la ciudadanía de la importancia de un consumo responsable. Hemos realizado la campaña más larga de la historia del Ayuntamiento de Madrid en mobiliario urbano y un importante esfuerzo divulgativo para luchar contra la venta de falsificaciones. El consumidor, y más en materia de salud, debe saber qué compra y tener la garantía de los creadores y sus marcas”.

La información revelada por la EUIPO señala también que es cada vez mayor la relación entre los grupos de delincuencia organizada y el comercio de productos falsificados. Un hecho que destaca la campaña del Ayuntamiento de Madrid con la afirmación “No seas cómplice. Solo ganan las mafias”.

En definitiva, el consumidor tiene que ser consciente de que las falsificaciones son peligrosas para su salud, que destruyen empleo, provocan pérdidas a la economía y en impuestos, lo que pone aún más difícil la recuperación tras la crisis. 

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La CEC y ANDEMA califican de “alarmantes” los nuevos datos sobre la pérdida de empleo y ventas debido a las falsificaciones

La CEC y ANDEMA califican de “alarmantes” los nuevos datos sobre la pérdida de empleo y ventas debido a las falsificaciones

  • Comercio y marcas valoran las cifras hechas públicas por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea con motivo del Día Mundial contra las Falsificaciones. 
  • España continúa perdiendo más de 6.000 millones de euros al año debido a las falsificaciones según la EUIPO.
  • Hasta el 6,8 % de las importaciones de la Unión Europea son productos falsificados.

Madrid, 6 de junio de 2019.- El comercio y los fabricantes pierden en España el 10,6% del volumen total de sus ventas debido a los productos falsificados, lo que se traduce en 6.766 millones de euros anuales. Esta pérdida deriva en la destrucción de más de 53.467 puestos de trabajo al año en nuestro país. Éstos son algunos de los datos que se desprenden del informe de 2019 publicado por la EUIPO con motivo de la celebración, el 8 de junio, del Día Mundial contra las Falsificaciones.

A pesar de que las pérdidas en ventas en España han descendido en la mayoría de 5 sectores principales de los analizados en el informe, es significativo el aumento de las mismas en el sector de la confección, el calzado y los accesorios que se sitúa en el 14,9% (8,2% el año pasado). En conjunto, el valor de las pérdidas anuales en ventas en España equivale a 146 euros por ciudadano.  

Tanto la Confederación Española de Comercio como la Asociación para la Defensa de la Marca han calificado de “alarmantes” los resultados del nuevo informe, y recuerdan que la venta de falsificaciones es una actividad ilegal que, además de provocar grandes perjuicios al empleo y a la economía del país, está controlada por bandas organizadas y vende artículos que no han pasado ningún control de seguridad y calidad. “El consumidor tiene que ser consciente de que cuando compra falsificaciones su dinero va a subvencionar el crimen organizado, y pone en riesgo su salud y su seguridad”, destacan ambas organizaciones.

Según José Antonio Moreno, director general de Andema, en el último año el anuncio del lanzamiento del Plan Integral contra las Falsificaciones por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, permite albergar alguna esperanza de que el problema pueda reconducirse. “Pero queda muchísimo por hacer y las administraciones, especialmente los ayuntamientos, tienen que percibir que éste es un problema de competencia desleal, de ocupación ilegal del espacio público y de distribución y venta de productos inseguros”, destaca Moreno.

Para el secretario general de la CEC, José Guerrero, “la venta de falsificaciones hace un daño irreparable al comercio local. Los comerciantes crean empleo, pagan impuestos y se esfuerzan en abrir su puerta cada día. En algunas zonas de determinadas localidades, nos sentimos totalmente desprotegidos ante la venta ilegal de falsificaciones delante de nuestros locales”.

Según un estudio realizado por la EUIPO y la OCDE este año, las estimaciones de la vulneración de los derechos de propiedad industrial en el comercio internacional, en 2016, podrían alcanzar hasta un 3,3 % del comercio mundial. Hasta el 6,8 % de las importaciones de la Unión Europea -unos 121 000 millones EUR al año- son productos falsificados.

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Andema da 11 razones al consumidor epañol para rechazar la compra de falsificaciones

Andema da 11 razones al consumidor epañol para rechazar la compra de falsificaciones

  • La asociación lanzan una acción en redes sociales de cara a la Navidad para sensibilizar al consumidor de los grandes perjuicios que provocan los productos falsificados.  
  • Según la Comisión Europea (CE) las falsificaciones de artículos de alimentación/bebidas y juguetes, son los productos que más se han incautado en las aduanas de la UE.   
  • Andema señala que  con el Plan Nacional del Gobierno contra las falsificaciones  España puede estar en la senda de la resolución del problema de las falsificaciones.

Madrid, 18 de diciembre de 2018.- La Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) advierte a través de una acción en redes sociales sobre los grandes riesgos que conlleva el consumo de productos falsificados para la economía, la sociedad y el consumidor, y ve con preocupación que entre las falsificaciones más incautadas en la UE en 2017 estén los productos de alimentación/bebidas (24%) seguidos de los juguetes (11%), según la CE.

Durante estas fechas aumenta considerablemente la compra de productos de alimentación y bebidas, y de artículos de moda, joyas, perfumes o juguetes. Para algunos sectores y marcas, las ventas durante la Navidad suponen alrededor del 30% de las anuales. Son los productos más demandados en el mercado lícito, pero parte de esa demanda también se traslada a los productos falsificados.

Por ello, Andema ha puesto en marca una acción en redes sociales para difundir las razones por las que no hay que consumir falsificaciones. Con el hashtag “EligeturazonUsalarazon” la asociación quiere que el usuario y consumidor sea consciente de lo que hay detrás de las falsificaciones y de que puede encontrar al menos una razón para rechazarlas.     

“Si conseguimos que parte de los consumidores de falsificaciones comience a rechazarlas, si logramos que las nuevas generaciones sean sensibles a esta lacra, conseguiremos poco a poco terminar con su producción, distribución y venta”, afirma José Antonio Moreno.

Con la compra de falsificaciones, el consumidor está contribuyendo a romper el círculo generador de riqueza del país, a la disminución de la recaudación de impuestos, fomentando una actividad que se mueve en la economía sumergida, a la destrucción de puestos de trabajo y a que las organizaciones criminales que están detrás de la venta, sigan beneficiándose de este tráfico que  es  más lucrativo que el tráfico de drogas y que, en cambio, tiene una respuesta penal mínima.

La falsificación de productos vulnera cuatro de los derechos fundamentales reconocidos a los consumidores españoles: el derecho a la salud y a la seguridad; el derecho a la protección de los intereses económicos, el derecho a la información veraz sobre las características del producto y el derecho a reclamar y ser resarcido por los daños sufridos por el uso o consumo de cualquier bien puesto a su disposición.

“Los productos falsificados no pasan los controles de calidad que garanticen la seguridad del consumidor. Por ello nuestra responsabilidad es informar que el consumo de productos falsificados que entran en contacto con nuestro cuerpo como perfumes o alimentos, puede poner especialmente en grave riesgo la salud y la seguridad del consumidor”, destaca José Antonio Moreno, director general de Andema.

Para la asociación, la responsabilidad del consumidor pasa por decir “no” a la venta de falsificaciones y por denunciar ante los ayuntamientos la ocupación ilegal del espacio público y de estaciones de metro por parte de manteros, que ponen en peligro la seguridad en nuestras ciudades al entorpecer la libre circulación en situaciones de grandes aglomeraciones como las que se producen en Navidad.

Un Plan Nacional para luchar contra las falsificaciones

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo acaba de presentar en la sede de la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas) un Plan Nacional para luchar contra las falsificaciones y la vulneración de los derechos de propiedad industrial que incluye 4 ejes de actuación: formación, sensibilización, coordinación y legislación.

Según declaraciones de José Antonio Moreno “recibimos con satisfacción el anuncio de la puesta en marcha en el primer trimestre de 2019 de este Plan Nacional contra las falsificaciones. Los 4 ejes de actuación y la coordinación de todas las administraciones con el sector privado nos hacen albergar esperanzas de que por primera vez España puede estar en la senda de la resolución del problema de las falsificaciones. Animamos al resto de grupos políticos a apoyar el éxito del plan y a considerar esta línea de trabajo como una política de estado.”